Bebés y niños pequeños

Los bebés y los niños pequeños todavía no entienden el concepto de la muerte. Sin embargo, mucho antes de que sean capaces de hablar, los bebés pueden sentir y reaccionar a los cambios en su entorno provocados por la ausencia de una persona significativa que respondió a sus necesidades diarias de cuidado y alimentación. Igualmente se verán afectados cuando uno de sus padres o cuidadores se encuentran emocionalmente afectados o desconsolados.

Hasta los 6 meses de edad, los bebés pueden experimentar una sensación de abandono e inseguridad cuando un cuidador muere, provocando mayor llanto, interrupción del sueño y la alimentación. Alrededor de los 8 meses, los bebés comienzan a desarrollar una "imagen mental" de la muerte cercana con una sensación de "perdida", tornándolos llorones y retraídos, pueden perder interés en la comida y juguetes. A medida que desarrollan habilidades motoras y de lenguaje, pueden llamar o buscar a la persona fallecida. Usted puede ayudar brindando tranquilidad, y manteniendo las rutinas normales tanto como sea posible.

Preescolares

Los niños pequeños pueden sentir curiosidad sobre la muerte en los animales. Pueden comenzar a usar la palabra 'muerto' y desarrollar una conciencia de que esto es diferente a estar vivo. Los niños a esta edad no    entienden conceptos abstractos como “para siempre” y no pueden comprender que la muerte es permanente. Su limitada comprensión puede conducir a una aparente falta dereacción cuando se les dice acerca de una muerte, y pueden hacer muchas preguntas acerca de dónde está la persona que ha muerto y cuándo regresará.

Los niños pequeños tienden a interpretar lo que se les dice de una manera muy literal y concreta; por lo tanto, es importante evitar utilizar expresiones para la muerte tales como, perdido, desaparecido o dormido, por que pueden causar malentendidos yconfusión.

Proporcione respuestas honestas a sus preguntas, pero    no   sienta que tiene que decirles todo en detalle o todo a la vez. La información se puede construir con el tiempo.

Los niños preescolares pueden presentar cambios en el sueño, alteración del apetito, desinterés en el juego y tornarse más ansiosos por la separación temporal de sus cuidadores, incluso cuando se quedan con adultos   familiares. Puede haber regresión en las habilidades de lenguaje o en el entrenamiento para ir al baño.

Niños en edad escolar

Entre los 5 y los 7 años, los niños comienzan gradualmente a desarrollar un entendimiento de que la muerte es permanente e irreversible y que la persona que ha muerto no regresará. Los niños que se sintieron desconsolados cuando eran más pequeños tendrán que procesar nuevamente lo sucedido en la medida que adquieren conciencia del concepto “para siempre” de lamuerte.

La imaginación de los niños y el "pensamiento mágico" a esta edad, puede conducirles a creer que sus pensamientos o acciones causaron la muerte, y por lo tanto a sentirse culpables. No recibir suficiente información o no utilizar un lenguaje apropiado para la edad puede dejarlos con vacíos en su conocimiento y desarrollo que los pueden llevar a crear sus propias conclusiones sin el apoyo del un adulto. Los niños comienzan a entender como la muerte es una parte inevitable de la vida y natural a todos los seres vivos. Como resultado de este entendimiento, pueden volverse mas ansiosos por su seguridad y salud y la de los demás.

Adolescentes

La adolescencia es un tiempo de grandes cambios. El desarrollo y paso a la independencia causa un gran “dolor”. Los jóvenes comienzan a soltar los lazos familiares y a pasar mas tiempo con sus compañeros. Por lo tanto, puede ser difícil para los adolescentes pedir apoyo mientras tratan de demostrar independencia. A los jóvenes no les gusta sentirse diferentes de sus compañeros, y ser un joven afligido puede ser extremadamente aislante. El apoyo de compañeros con experiencias similares puede ser muy poderoso e importante

Los adolescentes tienen una comprensión más madura del concepto de muerte, pero a menudo tienen sus propias creencias y puntos de vista fuertemente sostenidos, y pueden desafiar las creencias y explicaciones ofrecidas por los demás.

Algunos adolescentes pueden responder a la muerte con retraimiento, otros angustiados, mientras que otros se enfrentan a la conciencia de su propia mortalidad a través de comportamientos de riesgo. Otros pueden también asumir responsabilidades adultas y convertirse en "el cuidador" de quienes los rodean.

Los jóvenes que han perdido a un ser querido a una edad temprana pueden necesitar reprocesar su dolor mientras piensan y planifican su futuro, para evaluar el impacto de este evento en su vida.

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