Por abrumadores que sean los sentimientos de dolor, es posible encontrar maneras de avanzar y enfrentar lo que ha sucedido, especialmente con el apoyo que es adecuado para usted. El dolor es desordenado, agotador  e implacable, pero es sobrevivible. Como seres humanos tenemos recursos infinitos dentro de nosotros mismos para sanar y manejar el dolor, pero primero necesitamos permitirnos el tiempo para expresar el dolor.

Hablar ayuda

Es útil hablar, tanto con la familia como con los amigos. Y es posible que necesite repetir y repetir los acontecimientos de la muerte con el fin de dar un poco de sentido a lo que ha sucedido. 

A menudo son las personas más cercanas a nosotros, nuestra familia, con quienes tenemos más dificultades para comunicarnos cuando alguien muere. Puede ser que otros miembros de la familia también estén afligidos y no puedan ofrecerle el apoyo que necesita. Esto puede hacernos sentir incomprendidos, no reconocidos, enojados y con dolor. Usted puede ayudar a su familia para que lo apoye, siendo claro con ellos acerca de lo que necesita. Los familiares o amigos en una función de apoyo nos dicen que puede ser un alivio recibir una guía clara de aquellos a quienes quieren apoyar.

En algunos casos los familiares o amigos a su alrededor tienen buenas intenciones de apoyarlo, pero usted puede sentirse incapaz de comunicarse con ellos. También existen familias donde comunicarse es difícil en general por distintas razones.  Puede entonces ser útil encontrar a otros por fuera de la familia dispuestos a apoyarlo.  

Manejo del aislamiento y sentimientos difíciles

El duelo puede ser muy aislante. Encontrar información de ayuda para el duelo, o unirse a un grupo de apoyo, puede servir para darse cuenta de que no la  única persona con estos sentimientos y que estos sentimientos, por dolorosos que sean son normales.

Escribir en una agenda o diario puede ser una manera de expresar y liberar sentimientos. También puede ser un registro útil para que usted mire hacia atrás en su proceso de duelo y pueda notar cualquier cambio. 

Usted puede sentir que no puede funcionar de manera tan eficiente como lo hacia en forma habitual. Usted puede estar cansado, tener mala memoria, dificultad para concentrarse o sentir que nada es importante. Podría tomar nota de cosas que le preocupan y que teme olvidar, y también puede establecer una tarea o objetivo alcanzable por día. 

Uno de los aspectos más difíciles del duelo es la sensación de estar fuera de control. Puede ser difícil mantener una estructura para su día, pero las siguientes   ideas pueden ayudarle a manejar esa sensación de agobio.

Por ejemplo, puede hacer tareas esenciales por la mañana y ejercicio por la tarde. Si es posible, planifique actividades que le darán algún tipo de descanso, como ver una película que lo distraiga durante unas horas.

También podemos sentir el duelo en nuestro cuerpo, por lo que el hacer ejercicio, incluso una caminata suave, pueda ayudar a liberar algo de tensión física. El masaje también puede sentirse curativo cuando el dolor interior se siente como una herida física.

Si se siente furioso y no sabe qué hacer con su ira, ¡intente encontrar formas de expresar su ira físicamente, como golpear una almohada o atar un nudo en una toalla y golpear algo irrompible! Saltar en charcos es satisfactorio o patear a través de las hojas. La jardinería u otro trabajo absorbente al aire libre puede ayudar a liberar energía creada por la ira.  Para algunos también pueden resultar útil el kick-boxing u otras formas de ejercicio.  

Junto con la actividad física, puede ayudar gritar al mismo tiempo. Asegúrese de que este a salvo y no pueda lastimarse a sí mismo, y que el lugar sea privado y no pueda ser escuchado. Si ha estado enojado por su cuenta, busque a alguien que le consuele. Algunas personas creen que expresar la ira genera más ira, en lugar de liberarla, pero otras no comparten esta visión. Vea por sí mismo si esto funciona para usted. Hay más sobre el bienestar físico y el dolor en nuestra hoja de información titulada “Cuidarse a sí mismo.”

Espere antes de actuar

Es posible que tenga un fuerte deseo de quitar todos los objetos, tales como fotografías y ropa, pertenecientes a la persona que murió, porque le duele cada vez que los mira. No es una buena idea tirar nada hasta que tus sentimientos sean menos intensos. Cuando este mas calmado usted será capaz de decidir más racionalmente lo que le gustaría guardar. Eso también se aplica a grandes planes como mudarse a una nueva casa, aunque en algunos casos, esto puede ser algo que tiene que hacer por razones prácticas.

Recordar es útil

Encuentre maneras de recordar a la persona que ha muerto. Inicialmente puede parecerle difícil, pero mirar fotografías, recordar experiencias o visitar lugares a los que fueron juntos, puede ayudar a enfocar su dolor cuando se sienta perdido y sufriendo demasiado. Si llora, recuerde que las lágrimas están ahí por una razón, tanto para que otros sepan que necesita apoyo como para liberar sustancias químicas del cuerpo que lo calmen.  

Con el tiempo es posible que desee sembrar un árbol o un arbusto en memoria de la persona que ha muerto. O podría crear algo artístico o escribir algo como un homenaje a ellos, si esto lo hace sentir bien. 

Algunas personas encuentran consuelo en tener una caja de memorias- que se puede comprar o hacer-, para mantener estaos objetos o memorias preciosas. Estas podrían ser tarjetas, flores secas, fotografías y cosas especiales relacionadas con la persona que ha muerto.

Hay más ideas de formas de recordar en nuestra hoja de información titulada “Recordando”.

Las condolencias expresan cariño

Responder a las cartas de condolencia puede ser curativo. Recuerde, están escritas como una expresión de cariño a usted y a la persona que ha muerto. Sólo responda si eso es realmente lo que quiere hacer, no sienta presión de hacerlo.  

El humor puede ayudar a abrir camino—a veces suceden situaciones tan insensibles, o expresiones de la gente tan poco útiles, que lo único que se puede hacer es reír. Reír es bueno y puede liberar tensión.

Regresar al trabajo o la escuela

Si usted está regresando al trabajo o a la escuela, hay maneras para facilitar la transición. Quizá podría pedirle a un colega de trabajo que lo acompañe a la oficina el primer día. Podría hablar con su jefe sobre cómo pueden apoyarlo durante estos momentos. Deje que la gente en el trabajo o la universidad sepa si desea  hablar sobre lo que ha sucedido o no. Puede cambiar de opinión una vez que haya regresado. Asegúrese de que la gente sepa la cantidad de información que usted quiera acerca de su duelo, para que no sienta que están susurrando a sus espaldas.

Si es posible, intente volver al trabajo o a estudiar gradualmente, trabajando solo por la mañana inicialmente o unos días a la semana. No espere poder funcionar a su capacidad habitual; trate de asumir tareas manejables a corto plazo, ya que los proyectos grandes pueden parecer abrumadores. Trabajar puede ser una distracción útil durante el duelo, pero es poco probable que sea capaz de desconectarse por completo. Tome descansos cortos en el día para ir a caminar y tener momentos de paz, o tiempo y espacio para unas lágrimas.  

No hay reglas en el dolor. Puede ayudar el escucharse a sí mismo y aprender lo que funciona para usted. Acepte que lo que lo ayudó inicialmente también puede cambiar con el tiempo. Pase lo que pase, sea amable    con sigo mismo y dese tiempo para sanar. Aunque inicialmente puede parecer imposible, con el apoyo adecuado puede adaptarse a una nueva forma de vida que incluye su dolor y la preciada conexión que todavía tiene con la persona que ha muerto.


Podemos ofrecer un servicio de interpretación para el apoyo que ofrecemos por teléfono, video y cara a cara. Para obtener más información, llame a nuestra línea de ayuda del Reino Unido al 0800 02 888 40