Pocas personas pasan por la vida sin experimentar la muerte de un ser querido. La muerte es parte de la vida y en algún momento todos la enfrentamos. A través del proceso de duelo aprendemos a afrontar el futuro a pesar del dolor. Como manejemos el duelo, afectara nuestra calidad de vida y la capacidad de relacionarnos con los demás.

Hace años, la muerte constituía una parte muy importante en la vida. Había rituales de luto y se hablaba de la muerte más abiertamente. Esto aún es válido en algunas culturas. Las familias y los individuos afligidos nos dicen que hablar de la muerte y de la persona muerta, ayuda con el duelo. Ignorar la muerte no es bueno. Reconocerla y encontrar la manera de expresar sentimientos dolorosos, ayuda al proceso de duelo.  

Las tareas de duelo y luto

La investigación y la experiencia con los dolientes muestra que el duelo y el proceso emocional que

ocurre después de la muerte de un ser querido, es muy

importante. No hay un guion o patrón establecido para este proceso, porque cada individuo se aflige de manera diferente. Sin embargo, la mayoría de las personas afligidas experimentan algunos o todos los siguientes sentimientos. El orden de estos no está establecido y la gente generalmente se mueve de uno a otro.

Enfrentar la realidad

Inicialmente es probable que usted esté en un estado de shock, incluso cuando se ha anticipado una muerte. Usted puede sentirse débil, llorar incontrolablemente, sentirse fuera de control e incluso colapsar. Puede que esté tan paralizado que no muestre ninguna emoción y parezca muy controlado, tranquilo y desprendido. Este entumecimiento inicial puede durar varios días, y puede ser una forma de protección emocional que le ayuda a lidiar con todas las prácticas necesarias, como hacer frente al funeral.

Cuanto más traumática sea la pérdida, más prolongado será el impacto. Es posible que no desee aceptar lo que ha sucedido y puede hacer frente negándolo o negándose a hablar de ello. Sin embargo, es importante encontrar maneras de aceptar gradualmente la muerte y el hecho de que la persona nunca puede regresar.

Ver el cuerpo de la persona que ha muerto, involucrarse en los preparativos para el funeral y observar rituales y tradiciones puede ayudarle a enfrentar la realidad.

Experimentar el dolor en el duelo

Una vez los sentimientos inmediatos del impacto se asienten, es posible que sienta un dolor abrumador durante mucho tiempo después. Su dolor puede ser tan fuerte que sea incapaz de pensar en cualquier cosa o en cualquier persona que no sea su dolor y pérdida. Es posible que se enfade o se enoje por cosas que normalmente no harían enfadar.

Una madre afligida por la muerte de un hijo nos dijo que sentía que "tenía una capa de piel menos", cuando describía como se sentía de mal.

Además de los sentimientos de tristeza extrema, puede sentir culpa, ira o resentimiento. Muchas personas luchan con culpa o arrepentimiento por algún aspecto de su relación con la persona que murió. Tal vez no le expresó sus verdaderos sentimientos. Algunas personas se sienten mal por no haber pasado suficiente tiempo o no haber escuchado a la persona muerta.

También  puede sentir ira con el fallecido por abandonarle y dejarlo solo  haciéndole frente a la vida, ira con el equipo médico por no curar la enfermedad o no mantener a la persona con vida, o ira con Dios por dejar que esto sucediera. En algunos casos, las personas pueden sentir resentimiento hacia un miembro de la familia porque siente que contribuyó de alguna manera con lamuerte.

El dolor no es una enfermedad mental, aunque el insomnio, la ansiedad, el miedo, la ira y el estar preocupado por sus emociones pueden sumarse a una sensación de 'enloquecimiento'. Estos sentimientos son naturales y, cuando se reconocen, pueden llegar a ser menos frecuentes con el tiempo. Expresar dolor es saludable y evitarlos puede causar problemas en el futuro. Si siente que el dolor, la ira o culpa continúa por mucho tiempo, es posible que desee considerar buscar el apoyo de unprofesional.

Ajustarse a la nueva realidad

Enfrentar la vida sin alguien importante para usted es un proceso difícil y doloroso. Nadie puede llenar el lugar que tenían en su vida y cada día puede recordarle su ausencia. Sólo pasar el día puede ser una tarea difícil. El futuro puede parecer incierto o incluso aterrador. Podrá tomar muchos meses antes de que usted sea capaz de no estar triste con los eventos que rodean la muerte y empezar a funcionar más como antes lo hacía.

Mantener la conexión y mirar hacia el futuro

Pensar en el futuro sin esa persona y empezar a concentrarse en otras cosas, puede sentirse como una traición y es quizás la tarea más difícil de todas. Sin embargo, imaginar ese futuro no es olvidar, se trata de encontrar maneras importantes de consuelo y recordación para mantener esa conexión, pero que encajen con otras cosas importantes en su vida. Puede encontrar sugerencias sobre maneras de recordar a la persona en nuestra hoja de información 'Recordar'.

La tristeza permanece, pero se convierte en parte de una vida ajustada. Se puede mirar al futuro recordando los tiempos felices vividos con la persona que ha muerto y disfrutar de esos recuerdos. Empieza a tener más control y la vida se vuelve más significativa. Descubrirá que no está tan consumido por su dolor, pero puede elegir cuándo reflexionar sobre su relación con la persona que murió. Es natural en aniversarios u ocasiones especiales que los sentimientos de dolor vuelvan a surgir y sean tan vívidos como el día en que la persona murió.


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